jueves, 6 de agosto de 2009
La equilibrista y la silla de plata
Durante muchos años, existía una leyenda en los circos que cuenta que una muchacha muy bella, que vivía en uno de los circos más importantes de Europa, soñaba con ser equilibrista, pero su familia, no quería pues tal oficio era muy arriesgado para ella. Aún así Sofía ( que es como se llamaba la muchacha), se pasaba practicamente todo el tiempo colgada de los alambres, de aquí para allá, la mayoría de las veces lo hacía a escondidas de su familia, pues si estos la veían , era muy probable que se enfadasen, y mucho con ella.
Una tarde la familia de Sofía fue a realizar la compra a un supermercado, y la muchacha decidió aventurarse a trepare por la escalinata de cuerda hasta el alambre más alto del circo, muy decidida empezó a atravesar dicho alambre con la ayuda de una barra de equilibrio, realmente parecía una profesional del equilibrio. antes de que se pudiese bajar, y con la emoción que tenía en el cuerpo no se dio cuenta que sus padres estaban viendola desde la pista del circo.
Un grito ahogado, hizo que bajase inmediatamente del alambre, una vez abajo, los padres con cara de enfado solo la dijeron que tenían que hablar muy seriamente con ella.
La noche fue muy larga, los padres no dejaban de quejarse, gruñir, y lanzar injurias, y todo concluyó con que Sofía cogió su mochila con algo de ropa y se marchó del circo sin avisar a nadie.
después d eandar muchos dias, se encontró de repente muy sola, en medio del bosque, y empezó a llorar. Un resplandor brillante hizo que sus lagrimas dejasen de caer, elevó la vista y se quedó boquiabierta al ver que encima de uno de los cerros había una extraña cosa brillante.
Lo primero que pensó fué que era alguién que estaba acampando y tenía un fuego encendido, y como llevaba varios días sin probar bocado se lanzó a la aventura. Despues de andar unos cuantos kilómetros llegó a la cima del cerro, y su sorpresa fue que no era nada más que una silla de madera rota, aún así como estaba muy cansada, se sentó en ella.
En ese momento la silla empezó a brillar y tomó de nuevo el color dorado que antes le había llamado la atención.
Una voz hueca retumbó en sus oídos y le preguntó - ¿que es lo que deseas?, entonces Sofía sin pensarlo demasiado, dijo, - yo, quiero ser equilibrista, y que todo el mundo acepte mi profesión. - Eso está hecho, pero antes de nada quiero ver si eres tan buena como dicen ..., ante sus ojos apareció un alambre que atravesaba de montaña a montaña, y a su lado apareció una barra de equilibrio y un vestido morado con cancán. Sofía se vistió cogío la barra de equilibrio y se puso a caminar por la barra.
Desde entonces Sofía se convirtió en una de la smejores equilibristas del mundo, y su famili empezó a aceptar su profesión, Sofía intentó llevarse la silla de aquel cerro pero esta silla una vez cumplió su deseo se esfumó para siempre.
miércoles, 29 de julio de 2009
El árbol que soñaba con tener manzanas
Hace muchos años, en un bosque de Castilla, en medio de una tupida hojarasca, un pequeño árbol mustio y retorcido, veía como pasaban los días sin tener la más simple satisfacción.
Sin que de él brotase una triste ramita o una insignificante hoja verde.
Este árbol vivía en un bosque lleno de árboles altísimos que tapaban la luz del sol, ellos crecían felices, eran verdes, tenías sus copas llenas de hojas y frutos. Incluso los pájaros preferían anidar allí que en las ramujas de nuestro arbolito.
Los días pasaban tristes y melancólicos para este arbolito, y poco a poco veía que su vida se iba apagando, y estaba perdiendo toda esperanza de crecer.
Nuestro árbol tenía un sueño, tener algún día manzanas, el cuando nació era un manzano hermoso, pero a medida que pasaban los días sus compañeros árboles le iban adelantando en su crecimiento hasta que se quedó así.
Una tarde como otra cualquiera, una despistada ardilla, caminaba por el suelo del bosque, pues habiá perdido de vista a sus amigos; la ardilla decidió subirse a un tocón de un árbol pero desde allí no llegaba a ver absolutamente nada.
Esta ardilla era muy miedosa por lo cual no se penso ni un momento el no subir por esos enormes árboles, hasta que vió a este arbolito, como loca fue corriendo y subió hasta la rama más alta.
De repente.... ¡crac!, se partió una rama del arbolito, la ardilla saltó a otra antes de que se partiese del todo. un gemido empezó a contaminar el ruido del bosque. ¡ay , ay , ay!..... pobre de mi.....¿pero qué te he hecho yo para que tu me hagas tanto daño?.....
La ardilla asustada se bajó del árbol y empezó a mirar a un lado y a otro para comprobar de donde provenía ese gemido y esos llantos. Descubrió que el origen de ese alboroto era el árbolito al que se había subido.
La ardilla preguntó- ¿eres tú?, lo siento no quería, estoy buscando a mis amigos y por esos me subí en tus ramas para ver mejor....
El árbol seguía gimiendo, gemía tanto, que los altos arboles agitaban sus ramas para hacerle callar.
La ardilla pedía disculpas constantemente hasta que se le ocurrió una idea...- ¡pideme lo que quieras!, dime que puedo hacer por ti, lo que sea, en serio.... El árbol dijo: - se que lo que te voy a pedir es muy raro, pero..... - dime, dime... el árbol dijo: -sólo necesito dos cosas para ser feliz, pero una lleva a la otra, necesito más luz para poder sobrevivir...
La ardilla emocionada por su propuesta le dijo: - eso está echo....
La ardilla se reunió con otros animales del bosque y les pidió que la echasen una mano, los pájaros que estaban acostumbrados a vivir en los árboles altos, hablaron con estos para que puediesen apartar sus ramas un poco y dejar así que los rayos del sol también llegasen al manzano. Y así hicieron.
Los rayos del sol por fín empezaron a incidir en nuestro arbolito, y como un milagro empezaron a brotar ramitas y hojas, qe con los meses se convirtieron en un árbol llenito de manzanas....
sábado, 25 de julio de 2009
La vida vista desde el aire
Marcia como todos los días se levantaba muy temprano, desayunaba, se lavaba, se vestía con su peto vaquero y salía a jugar. Marcia vive en un sitio alejado de toda humanidad, en un pueblo de los de antes donde los niños juegan a ser libres y en no hacer daño a la gente, en vivir soñando y dejar volar su imaginación.
Marcia corría hasta el árbol dónde había construido su casa de madera, y se colgaba de una larga cuerda de la que se balanceaba, iba y venía al mismo ritmo que el reloj. y mientras estaba en esa posición difrutaba de su fantasía, de su mundo, de sus amigos. Respiraba paz y tranquilidad...
La sonrisa de Marco
Marco como todos los días se levantaba muy temprano, desayunaba, se lavaba, se vestía con su uniforme, y decía buenos días al sol que asomaba entre las montañas.
- No es un día cualquiera, decía su madre,
- Hoy es un día especial Marco, seguro que llegará algún compañero de clase y te dará un abrazo, o la profesora te dirá alguna cosa... o simplemente un rayo de luz te acariciará la cara, ya sabes lo importante que es disfrutar de cada día sea como sea.
- Pero vamos que se te hace tarde y hay que ir al cole.
Marco se fue al colegio, pero en vez de encontrarse con sus compañeros, se encontró con la puerta cerrada, el juraba que había venido lo más rápido que pudo, que habría pasado para que estuviera cerrada, habría llegado tarde, y si llegaba tarde, que le diría la profesora, seguro que le echaría la bronca por llegar tarde, y el vedel no le abriría la puerta, porque también estaría enfadado, y si se enfada como se lo iba a decir a su madre que no había llegado a tiempo. o que se encontraba en la puerta del cole sin poder entrar....
Realmente ese día del que hablaba su madre no era tan bonito, ni tan especial como el hubiera querido, ni ve a sus compañeros, ni la profe le felicita, y en cambio todo estaba triste, solitario y no tendría ninguna cosa positiva de la que hablar.
Así que Marco se puso a andar de vuelta a casa... pensando la bronca que le echaría su madre......
Cuando llegó llamó al timbre con miedo y entró.
- Marco!.... a que no sabes que.... dime mama!..... que hoy es fiesta y no tenías cole, y no nos habíamos dado cuenta....
De repente todos los miedos que Marco tenía cambiaron por una sonrisa.... Que bien al final el día si que ha tenido algo positivo.
CUENTOS POSITIVOS
- No es un día cualquiera, decía su madre,
- Hoy es un día especial Marco, seguro que llegará algún compañero de clase y te dará un abrazo, o la profesora te dirá alguna cosa... o simplemente un rayo de luz te acariciará la cara, ya sabes lo importante que es disfrutar de cada día sea como sea.
- Pero vamos que se te hace tarde y hay que ir al cole.
Marco se fue al colegio, pero en vez de encontrarse con sus compañeros, se encontró con la puerta cerrada, el juraba que había venido lo más rápido que pudo, que habría pasado para que estuviera cerrada, habría llegado tarde, y si llegaba tarde, que le diría la profesora, seguro que le echaría la bronca por llegar tarde, y el vedel no le abriría la puerta, porque también estaría enfadado, y si se enfada como se lo iba a decir a su madre que no había llegado a tiempo. o que se encontraba en la puerta del cole sin poder entrar....
Realmente ese día del que hablaba su madre no era tan bonito, ni tan especial como el hubiera querido, ni ve a sus compañeros, ni la profe le felicita, y en cambio todo estaba triste, solitario y no tendría ninguna cosa positiva de la que hablar.
Así que Marco se puso a andar de vuelta a casa... pensando la bronca que le echaría su madre......
Cuando llegó llamó al timbre con miedo y entró.
- Marco!.... a que no sabes que.... dime mama!..... que hoy es fiesta y no tenías cole, y no nos habíamos dado cuenta....
De repente todos los miedos que Marco tenía cambiaron por una sonrisa.... Que bien al final el día si que ha tenido algo positivo.
CUENTOS POSITIVOS
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La mentira más grande jamás contada
Nunca supo como afrontar su verdadera vida, habiá olvidado practicamente todo, quién era, cómo era, que edad tenía, si estaba casado o no , dónde vivía, incluso habiá perdido la noción del tiempo y de su propio habla, no sabía hablar, simplemente se limitaba a balbucear insistentemente la misma palabra, (pa pa pa pa), pero eso no era lo peor.
Quizás si hubiese nacido en otra familia ahora no sería quien el cree que es, no sería un abogado de prestigio con solo 20 años.
¿cómo es posible?
El vivía inmerso en su propia mentira, el sabía que era abogado, que había trabajado en quizás uno de los mejores bufetes de la Gran vía madrileña, y había defendido a personajes importantes de la jet. Pero....
¿20 años? imposible, Tomás Ridruejo de Castro, nació un 25 de Julio de 1934 en Salamanca y a día de hoy tiene.... (espere que piense....), 75 años, llevaba más de 15 años jubilado sin llevar a cabo ningún trabajo relacionado con la abogacía, y hace casi dos meses mientras estaba sentado tomando el té con su querida difunta Marga, sucedió lo implensable, un ictus.
Los médicos no le dieron esperanzas de vida, paso varias noches en la UCI, mientra sus cerebro dejaba de responder, y entraba en coma. pero milagrosamente un 17 de Junio salió y volvió a la vida.
Pero la misma noche que Tomás volvía a la vida, su mujer moría de un infarto cardiaco. Así es la vida...
Tomás vivía encerrado en su propia mentira, quizás mañana despierte de su ignorancia y sepa que ha sucedido, como se llama y que edad tiene...
El lago invisible
Una tarde de fria con escarcha, Elena caminaba lentamente, paso a paso para no resbalar con el hielo que cubría la hierba, llevaba tan solo un mes y medio caminando, y era la primera experiencia que tenía con un suelo mojado y frio.
Iba con un oso practicamente destrozado, ya que le faltaban los ojos y tenía botones negros en su lugar, la tripa y los brazos estaban llenos de parches y por la pata izquierda colgaba un trozo de algodon de su interior; pero aún así era su pequeño osito de peluche.
Un lazo rojo recogia su larga melena, seguía caminando sin pausa, mientras caminaba se dio cuenta que estaba pisando algo que se movía, ¿que era?....
Iba con un oso practicamente destrozado, ya que le faltaban los ojos y tenía botones negros en su lugar, la tripa y los brazos estaban llenos de parches y por la pata izquierda colgaba un trozo de algodon de su interior; pero aún así era su pequeño osito de peluche.
Un lazo rojo recogia su larga melena, seguía caminando sin pausa, mientras caminaba se dio cuenta que estaba pisando algo que se movía, ¿que era?....
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