jueves, 6 de septiembre de 2012

El grave caso de la ilusión forzada.

Se dice y se comenta que durante los últimos años de nuestra existencia, la mayoría de las personas decidieron prescindir de las emociones. Nos habíamos habituado a un sistema en el que todo aquel que lloraba se le condenaba por violar las leyes emocionales, y a todo aquel, que corría de miedo acababa un par de meses en la cárcel. Así fue.

La última vez que se me ocurrió reírme de un chiste, acabé pagándolo bastante caro, pero como todo en esta nueva sociedad, me he acostumbrado a vivir sin emociones.

Hace días ....

Continuará

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