lunes, 4 de junio de 2012

La escalera de cuerda.

Llevaba varios días sin escribir, cuando El chico de la Sonrisa Permanente, me dio un empujón. y me dijo.... - Oye espabila, ¿no se supone que tenías que estar estudiando, o por lo menos haciendo algo productivo para salir de la crisis existencialista que tienes?
- Si.... pero no es tan fácil, salir de un hoyo tan profundo... hay que fabricar previamente una buena escalera para poder salir y que al otro lado de la escalera haya unos bueno brazos que esté sujetando para que no  me caiga de los peldaños.
- Pues no se hable más, quiero construir contigo esa escalera, ¿que te apetece hacer?.
- No se....
- Estas muy cambiado, creo que me pondré manos a la obra yo solo, y  cuando estés realmente preparado quiero que vengas a ayudarme, me voy a tomar la libertad de llamar a La Chica que bebe champú.
- Esta bien....

Lo de hacer una escalera era muy relativo, que sería realmente lo que tramaba El Chico de la Sonrisa Permanente, se ha puesto a juguetear con su móvil, y cuando el coge su móvil, malo!, me da la impresión que está haciendo un evento escalera... jajaja.... y que como me descuide se me plantan un montón de gente en mi casa!.

Los días  pasaban y todo lo había mantenido en secreto, solo se que había estado rebuscando en la habitación de visitantes y había encontrado mis viejos pinceles de Óleo, y los había estado restaurando.

- Mecachis, a este se le ha caído el pelo.... bueno siempre servirá para dar vueltas a las mezclas de colores, mientras El Chico de la Sonrisa Permanente silbaba...

Creo que ese es su plan, que vuelva a pintar y que me recree en mi propia felicidad para salir del hoyo,  pero esta vez... al otro lado de la cuerda, tengo más personas... de esas que aparecen de repente, sin dudarlo, El Chico de la Sonrisa Permanente, y La Chica que bebe Champú.. sujetan los extremos y  al rededor suyo, están todas aquellas personitas que mañana estarán pendientes de mi....

De esas personas que nunca te fallan, que día a día me siguen sonriendo y preguntándome por la calle que tal estoy, de esas que a pesar de no vernos como quisiéramos, de vez en cuando reaparecen en mi vida y se sientan conmigo en la Plaza Portugalete, ahora... El Chico de la Sonrisa Permanente se ha encargado de reunirles... o eso creo.



No hay comentarios: