viernes, 2 de diciembre de 2011

El vendedor de emociones

Cuenta la leyenda, que durante una larga temporada, se reunieron unas cuantas personas entorno a una mesa para debatir acerca de la debilidad del ser humano.
Reunieron diferentes recetas, ideas, proyectos y conjuros, para poder conseguir  el poder absoluto sobre las emociones.
Me llamo Hunkerbrown, y soy Vendedor de emociones, y yo estuve en aquella reunión, trabajo en la calle, me rodeo de personas y llevo conmigo una estupenda bolsa de tela cargada de emociones.
En mi bolsa suelo llevar emociones de todo tipo, hay gente que tiene muchos problemas para poder expresar verdaderamente lo que sienten, y para ello estoy yo.
Tengo desde un simple llanto de pena hasta una sonrisa de oreja a oreja, un grito de terror, y de vez en cuando,  si la dicha es buena, tengo  algunos frasquitos de poción de amor, pero no es lo habitual.

A veces tengo tantas emociones en mi bolsa que   mi cuerpo no puede con ellas,  así que, tengo que liberar cargas innecesarias,  suelto emociones que realmente pesan y que la gente no me compra, aunque las suelo tener guardadas por un si acaso.

De ahora en adelante os voy a contar mi historia, recordad mi nombre...Hunkerbrown y vendo todas las emociones que hay en este mundo.
Ahora tendré mucho trabajo porque llegan las navidades y  mi bolsa empieza a coger peso. No dudaré en contar alguna anécdota en este espacio.

Un saludo enorme!
Hunkerbrown ;)

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