Sus ojos azules reflejaban la emoción que sentía, ya que en pocos minutos iba a dar el si quiero con el hombre de su vida. nadie había entendido su relación desde el principio pero a ella no le importaba, era feliz, con el, pesase a quien le pesase. Ella iba feliz camino del altar, su futuro esposo le esperaba sentado, y desde la distancia sus miradas se juntaban y ya sabían lo que sentían cada uno.
El padre de Clara de había negado en rotundo a acudir a ese espectáculo, que era lo que el decía que era, y el padrino de Clara tuvo que ser su amigo Tomás.
Tanto Carlos, Tomás como Clara, habían formado una piña desde pequeños se conocieron en el hospital, y desde entonces habái sido inseparables.
Pero todos sabemos lo que es la adolescencia, tarde o temprano empezaron a florecer los sentimientos que sentían Carlos con Clara, Tomás nunca se propuso a su relación seguían siendo amigos, y eso para ellos estaba por encima de cualquier relación amorosa.
Tomás pronto encontró a alguien con el que compartir su intimidad, pero seguían siendo una piña, pasaban casi todo el verano juntos, de un lado a otro.
Cuando les tocó el momento de decidir que hacer son su futuro profesional, no tuvieron ninguna duda que plantearse alquilar un piso los tres y pasar sus vidas universitarias juntos.
Siempre estaban pendientes uno del otro, y en los momentos de bajón buscaban algo nuevo en lo que divertirse. Incluso se sentaban en la cafetería de una cafetería y estudiaban, quizás no era el mejor método para estudiar, pero sin duda aprobaban todo.
Cuando llegaron al tercer año de carrera, decidieron hacer por su cuenta un viaje con otros siete compañeros de clase, viajaron por toda Europa del Este, volvieron con la satisfacción de haber disfrutado de una experiencia única en sus vidas.
Nunca dejaron atrás el pasado y no se imaginarían lo importante que el pasado sería para ellos en el futuro.
Su últimas vacaciones fueron en la costa, y esas vacaciones marcarían el desarrollo de sus vidas.
Tomás iba sentado atrás con su pareja y Carlos y Clara delante conduciendo,. cada hora se turnaban para conducir.
La noche se echaba encima cuando por un simple descuido el cohe dio tres vueltas de campana y se salio de la carretera quedando completamente siniestro en la mediana de la autovía. Lo siguiente que escucharon fueron la sirena de una ambulancia que se los llevó al hospital. Y muhcas voces de gente a su alrededor
Los familiares acudieron al hospital al primer aviso, encontraron un panorama desolador, aunque la pareja de Tomás tenía algunos rasguños tanto Tomás, como Clara y Carlos permanecían en estado letárgico, y los médico no les daban ninguna esperanza de vida.
A medida que pasó el tiempo, se empezaban a notar algunos síntomas de recuperación por parte de Tomás y Carlos, pero Clara no salía del coma, los padre de Clara, no eran capaces de entender que había sucedido y desde el primer momento le echaron la culpa a Carlos.
Aunque el apoyo de los padre para la recuperación de su hija no era lo que los médico querían el apoyo más grnade era el de su novio que a pesar de haber quedado paralítico cada día después de la rehabilitación subía ala habitación de su novia y hablaba con ella.
Tomás mantenía un mejor grado de recuperación que Carlos, pero aun así tenía que ir a rehabilitación, y cada tarde hacía compañía a Carlos en la ardua tarea de estimular a su novia.
Parecía anecdótico que el día que Carlos la dijo que quería que saliese del coma para poderse casar con ella, ella respondió de manera positiva... los médicos asombrados, en una semana salió de aquel túnel tan largo, pero no salio como los padre esperaban , con el diagnóstico final los padres se derrumbaron mucho más, no sabían, ni entendían porque le tenía que pasar eso a su hija.
Pero la vida es así, Carlos y Tomás se armaron de valor e hicieron todo lo posible para que Clara algún día se reuniera con ellos y pudieran volver a ser como antes del acidente.
Era el momento de recuperar recuerdos, de empezar a hablar, de escuchar....
No era fácil, pero al final lo consiguieron.
Hoy siguen teniendo muchas dificultades, sobre todo Clara que aunque andaba con alguna dificultad tuvo que memorizar las palabras que tenía que decir en el altar pero aun así , para ella el sentimiento que sentía por dentro era muy especial.
1 comentario:
Si tiene problemas para andar y tiene que volver a empezar a hablar y memorizar las palabras para la boda... una afasia.
- Iba a decir Broca... pero también tiene que aprender a escuchar, así que la descarto.
- Igualmente queda descartada la transcortical motora.
- De conducción no es seguro... si es capaz de aprenderse lo que ha de decir... no puede ser... además, debería andar (prácticamente) sin problemas, en ese caso.
- Wernicke... ¿cuánto de bien habla?... no sé, no me parece.
- Transcortical mixta... transcortical sensorial... ¿lee y escribe?
- Me quedo con global... cubriéndome las espaldas...
Aunque las afasias me despistan bastantate.
Pero... ¿por qué estuvieron en el hospital de pequeños? ¿Se me olvida algún detalle de anamnesis previa quizás?
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