Todo empezó una mañana del 14 de Marzo de 1999, durante varios días había notado una extraña sensación, pero ese día en concreto se incrementó notoriamente. Tenía una sensación de escalofrío, como una ligera brisa que atravesaba mi nuca e a la altura de mi nuez. Una sensación térmica que en ocasiones me asustaba, me impedía articular palabra y limitaba mi volumen a un hilo.
Ese dia descubrí, mientras me miraba en el espejo, com impactaba o una sombra se alejaba de mi con dirección a la cómoda, se abrió un cajón y empezó a brillar algo en su interior.
La verdad que desde que me trasladé allí no había sentido la necesidad de urgar en los cajones de aquella habitación.
Asustado me giré buscando esa sombra, solo veía ese brillo que a medida que me acercaba era aun más cegador de lo que se reflejaba en el espejo.
Un pequeño colgante dorado brillaba entre los objetos que allí había.
Mi abuela nunca me dijo para que utilizaba esa cómoda, solo sabia que guardaba de todo menos ropa.
y que hace años cuando era pequeño algunos cajones se habían quedado trastabillados y no salían.
Ese cajón concretamenete dejó de abrirse cuando yo tenía 9 años, lo recuerdo perfectamente, porque al mirar el colgante justo al lado había uno de los cochecitos de juguete con los que yo jugaba de pequeño. Lo recuerdo bien porque era un renault 5 de color rojo, que era el coche que tenían mi padres y era mi favorito.
me quedé alucinado viendo el resplandor que aquel colgante, pero, me armé de valentía y cogí el colgante entre mis manos.....
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